Reto 3: Compartiendo “proyectos ODS”

Para el tercer reto del curso he escogido el proyecto UAM Refugio, en el que la Universidad Autónoma de Madrid desempeña un rol protagonista y que tiene como objetivo poner en marcha acciones que contribuyan a garantizar el acceso a la educación superior de las personas refugiadas. El proyecto incluye múltiples actividades de sensibilización y formación dirigidas a la comunidad universitaria, trabajo en red con otras universidades y entidades e iniciativas tan valiosas como la “Convocatoria de ayudas a estudiantes con estatus de refugio y/o solicitantes de asilo”.

En este proyecto claramente la Administración (en este caso la Universidad) es el agente “emprendedor” liderando el proyecto a pesar de colaborar con otros actores, como veremos a continuación.

Por ejemplo, una acción del programa es la firma de un convenio con la Fundación Mujeres por África para la concesión de dos becas de matrícula y manutención en estudios de posgrado. El objetivo es contribuir al progreso de las mujeres africanas y sus comunidades mediante el impulso de programas propios, alianzas estratégicas o colaboraciones con terceros.

Otra acción del proyecto se ha desarrollado en colaboración con otra universidad pública, la Universidade da Coruña. Se trata de la Plataforma EMAPIC, un mapa colaborativo de carácter interactivo (traducido al inglés, francés y árabe) donde las universidades vuelcan la información sobre sus Programas de Refugio con el fin de contribuir a mejorar los canales de información dirigidos a estudiantado refugiados interesados en acceder a las universidades españolas.

Asimismo, en sintonía con los objetivos de la Agenda 2030 la UAM está llevando a cabo diversas acciones de formación e investigación que profundizan en el análisis de las causas de los desplazamientos forzosos y en el rol de la Universidad en el acceso de la población refugiada a estudios superiores.

En suma, claramente en este proyecto el sector público adopta un rol protagonista, a pesar de colaborar con otros agentes en acciones concretas, y considero que una iniciativa tan compleja y poliédrica que difícilmente podría llevarse a cabo sin la presencia de la Administración.

Para finalizar, me gustaría reseñar que este proyecto responde al principio fundamental de la Agenda 2030 y de los ODS de “No Dejar a Nadie Atrás”.